En semanas anteriores te he hablado del nivel básico y el programa ejecutivo. Me queda por explicar entonces el programa estudiantes. El programa estudiantes está pensado para adultos en formación, es decir, para todas aquellas personas que necesitan el máximo de su rendimiento intelectual. Como siempre se trabajarán de forma genérica todas las capacidades cognitivas, pero se hará un especial hincapié en la atención, la concentración y la memoria, así como en técnicas de relajación.

¿Qué trabajamos?

De la atención ya te he hablado con anterioridad. A modo de resumen recordaré que la atención es una de nuestras capacidades cognitivas más importantes, ya que, sino prestamos atención de una manera adecuada, la información que llega a nuestro cerebro puede ser incompleta o deformada y por lo tanto alterar el funcionamiento del resto de nuestras capacidades cognitivas.

Durante las horas de estudio, la falta de atención puede repercutir en distintos aspectos: dificultará la organización del trabajo, supondrá problemas a la hora de gestionar los tiempos y provocará olvidos repetidos.

La concentración es especialmente importante para el proceso de aprendizaje, de ahí la importancia de potenciar esta capacidad, que es imprescindible para la adquisición de nuevos conocimientos. La lectura, la meditación y el yoga han probado ser medios efectivos para mejorar la concentración mental. En los gimnasios cerebrales se propondrán técnicas y ejercicios para aumentar nuestro nivel de concentración.

La memoria es una función del cerebro que permite codificar, almacenar y recuperar información y que está muy ligada al aprendizaje ya que en términos prácticos es su expresión. Por lo tanto, tiene tres funciones básicas, recoge nueva información, la organiza para que tenga un significado y la recupera cuando es necesario recordar algo. La memoria se puede ejercitar. En este caso distintas técnicas, estrategias y ejercicios nos ayudarán a potenciarla.

¿Cómo trabajamos en el gimnasio cerebral?

Tal vez la mejor manera de explicar cómo se trabaja en el gimnasio cerebral, sea, como siempre, con un ejemplo. Hoy te hablaré de Cristina. Cristina tiene 33 años y ha empezado a estudiar en la universidad la carrera de derecho a distancia. Era algo que tenía pendiente desde hacía tiempo y por fin se ha decidido, además cree que le servirá para mejorar laboralmente. Empezó con mucha ilusión y muy motivada, eso le dio mucho empuje e hizo que el primer año aprobara todas las asignaturas, si bien le paso factura tanto física como emocionalmente. Compaginar trabajo y estudios no es fácil. Acumulamos cansancio y estrés lo que va haciendo que cada vez retengamos menos la información, prestemos menos atención, necesitemos más tiempo para aprender… Cristina trabaja ocho horas diarias, por suerte en horario intensivo, por la mañana trabajaba hasta las tres de la tarde, come en una hora y estudia de cuatro y media a nueve cada día. Los fines de semana también estudia. El segundo año suspende la mitad de las asignaturas. Le cuesta cumplir los horarios que se ha impuesto para estudiar, cuando estudia no es capaz de concentrarse y se distrae con mucha facilidad. Siente que el tiempo que dedica a estudiar no le cunde como antes. Está cansada, irritable y de mal humor. Ya no disfruta de estudiar y se ha convertido en una carga.

Cuando Cristina llega a los gimnasios cerebrales está dispuesta a darse una última oportunidad antes de tirar la toalla porque cree que quizás lo de estudiar una carrera es demasiado para ella sobre todo teniendo que trabajar. Cristina está cansada, lo cual es normal teniendo en cuenta que estudia y trabaja. A causa de los nervios duerme mal y no descansa las horas suficientes. No se concede tiempo para relajarse y desconectar de las obligaciones. Siempre está pensando en lo que tiene que hacer en vez de centrarse en lo que está haciendo en ese momento.

Atacamos el problema desde varios frentes. Por una parte, trabajamos la gestión de sus tiempos y ella misma elaboró un horario realista, dejando tiempo no solo para trabajar sino también para descansar y relajarse. Empezó a llevar una agenda realista y organizada, lo cual le ayudo a rebajar su nivel de estrés y la sensación de que no llegaba a todo. Aprendió técnicas de estudio que le ayudaron a sacar más partido al tiempo que dedicaba a estudiar.

Por otro lado, trabajamos la atención, la concentración y la memoria a través de ejercicios y técnicas específicas. También trabajamos técnicas de relajación para aprender a desconectar.

Y a un tercer nivel, mejoramos su dieta, un poco descuidada porque no tenía tiempo de organizar menús ni cocinar y empezó a hacer ejercicio regularmente. Todo ello ayudo a mejorar su humor, su autoestima y su estado físico, haciendo que se sintiera con más fuerzas y energía para afrontar los retos que se le presentaban.

Como siempre digo el esfuerzo tiene sus recompensas. No os diré que paso a sacar sobresalientes, pero sí que sus notas mejoraron y a día de hoy está en el que esperamos sea su último año de carrera.

El consejo de la semana.

Algunos consejos para sacar más partido al rato que dedicas a estudiar.

  1. Mantén la zona de estudio limpia y ordenada. Intenta tener todo el material que vayas a necesitar a mano.
  2. Aleja todos aquellos objetos que puedan distraerte de la zona de trabajo. Móvil, revistas, juegos, cualquier objeto que de repente pueda ejercer sobre ti una fascinación irresistible, en resumen, casi cualquier cosa que no tenga como objeto el estudio.
  3. Planifícate y organízate. Créate un hábito diario, con unos horarios realistas e intenta llevar las asignaturas al día.
  4. Plantéate objetivos realista y a corto plazo. No vale esta semana voy a estudiar tres temas. Primero, seguramente el nivel de conocimiento que adquieras de los temas no será el adecuado y, en segundo lugar, no cumplir tus objetivos desmotiva.
  5. Actitud positiva. Eres capaz y lo sabes, pero nadie dijo que fuera fácil. El esfuerzo tiene su recompensa.
  6. Estudia con papel y lápiz y ves tomando notas. Esto evitará que te distraigas y hará que estés más concentrado.
  7. Empieza por lo más difícil cuando estás más fresco, toma descansos frecuentes y no hagas maratones de estudio de una sola asignatura ya que ante la falta de novedad llega un momento en el que el cerebro deja de retener la información como al inicio.

Estos son solo unos sencillos consejos que te facilitarán el momento de empezar a estudiar.

El ejercicio de la semana.

El ejercicio de la semana. La semana pasada os propuse un problema de lógica. La solución es “porque el hombre es muy bajito y no llega más allá del botón del séptimo”. Aunque es probable que se os hayan ocurrido otras soluciones, no vale inventar información adicional, solo se puede construir la respuesta con la información que da el enunciado. No vale que su madre vive en el séptimo y va cada día va a visitarla (no sabemos si su madre vive en el séptimo), ni que lo hace por salud (siempre sube hasta el séptimo, siempre, si fuera por salud el día que llegue más cansado o vaya cargado con la compra subiría hasta el décimo con ascensor). Y por otra parte la respuesta válida es siempre la más sencilla de todas las explicaciones.

Esta semana te propongo un ejercicio para trabajar la concentración, y es tan sencillo como ir a dar un paseo. Pero claro está que no termina aquí el trabajo. Vamos a dar un paseo y nos vamos a concentrar en detectar aromas. Centrémonos en el sentido del olfato que por lo general lo tenemos muy olvidado. El olor de comida que se está cocinando, el humo de los coches, el perfume de alguien que pasa, el aroma del pan recién hecho al pasar por una panadería, el olor de los contenedores cuando pasamos por su lado, porque no, si nos concentramos no vamos a discriminar aromas por ser más o menos agradables. Paseemos una media hora, que además nos irá bien para hacer ejercicio, y veamos cuantos aromas somos capaces de percibir. Si quieres puedes anotarlo en un papel cuando finalices el paseo y así trabajamos también un poco la memoria.

Y hasta aquí por hoy. Si tienes alguna pregunta o quieres recibir más información no dudes en contactar conmigo a través del mail Gisela@socialneuroselling.com o de la página www.juanantonionarvaez.com y estaré encantada de ayudarte. Y recuerda, para la mente nunca es suficiente, a seguir entrenando.

 

 

 

 

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