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Percepción.

Hace unos días escribí sobre la percepción y lo primero que hice fue definirla. Se entiende por percepción al proceso mediante el cual el sistema nervioso capta, organiza y procesa los cambios en el entorno y en el propio organismo, preparándonos para actuar en consecuencia. Enfaticé el hecho de que es una interpretación, con lo cual, a través de la percepción, construimos nuestra realidad, aunque no sea la auténtica.

Constantemente estamos recibiendo estímulos, información que llega a nuestro cerebro y este se encarga de seleccionar y procesar. Inconscientemente recibimos muchísima información y hemos de aprender a sacarle el máximo provecho. En los gimnasios cerebrales se emplean técnicas para potenciar la percepción y maximizar su rendimiento.

Percepción y lenguaje corporal.

Una gran fuente de información para la percepción es el lenguaje corporal, y este es susceptible de ser entrenado para emitir la información que deseamos o bien para aprender a estar más atentos a lo que nuestro interlocutor emite.

Según las investigaciones, aproximadamente un 55% del contenido de la comunicación se transmite a través del lenguaje corporal, siempre y cuando haya congruencia entre lo que se dice y lo que se transmite. ¡Y la mayoría de las veces ni tan siquiera somos conscientes!

Si durante una negociación nuestro interlocutor cruza los brazos o inclina el cuerpo hacia delante nos está dando una gran cantidad de información que hemos de ser capaces de interpretar.

La toma de contacto.

Desde el primer momento que iniciamos la toma de contacto con una persona estamos transmitiendo información. Actos tan sencillos como saludar o como nos sentamos dicen muchas cosas sobre nosotros.

Cuando hablamos de la percepción comentamos la existencia de sesgos y uno de ellos era el “efecto de la primera impresión o efecto halo”. Este consistía en quedarnos con los aspectos que nos llaman la atención en una persona la primera vez que la vemos, y a partir de entonces, establecemos sus características personales en base a esa primera impresión. Dicen los psicólogos que en un máximo de 30 segundos ya nos hemos hecho una primera impresión, por lo tanto, vamos a intentar que ésta sea buena.

Tomar la iniciativa a la hora de dar la mano denota seguridad. El apretón debe ser firme, pero sin “estrujar”, en vertical, tu mano no debe quedar ni por encima ni por debajo de la de tu interlocutor y debe ir acompañado de un saludo verbal (“encantado de conocerte”,” Buenos días”). Sonríe y mantén el contacto visual (gestos que transmiten que eres una persona confiable). Y por último no alargues el contacto más de uno o dos segundos, resulta incómodo. En el caso de que tu interlocutor sea mujer, en el ámbito profesional se saluda dando la mano igual que a los hombres.

A la hora de sentarse hay que evitar las posiciones enfrentadas ya que resultan muy agresivas y levantan un muro entre nosotros y nuestro interlocutor. En una mesa rectangular nos sentaremos en una posición de 90 grados y en el caso de una mesa redonda lo ideal es sentarse uno al lado del otro. Los pies bien apoyados en el suelo y las piernas ligeramente abiertas o juntas por las rodillas suele denotar sinceridad y atención. Y por último los brazos. Deben estar encima de la mesa, es muy incómodo no ver lo que la persona que tienes enfrente hace con sus manos.

El poder de una mirada.

En el método SocialNeuroSelling se dan claves para interpretar la comunicación no verbal y aprender a transmitir emociones positivas que nos ayuden a la hora de realizar nuestro trabajo. Es realmente un tema apasionante y largo del que podríamos estar hablando durante horas. Como no dispongo de tanto tiempo hoy quiero daros una serie de tips sobre lo que transmiten las miradas.

  • Una mirada directa a los ojos muestra interés, pero hay que vigilar en no prolongarla demasiado porque puede convertirse en una sensación amenazante. Por otra parte, no mantener el contacto visual, no mirar a los ojos o desviar la mirada continuamente denota inseguridad o falta de sinceridad.
  • Hay que vigilar hacia donde miran los ojos. Tus ojos hablan y en función de hacia dónde miren estarán diciendo una cosa u otra ya que reflejan el hemisferio cerebral empleado para procesar la información:
  • La posición de los ojos arriba y hacia la derecha, generalmente indica que la persona está inventando una imagen y cuando los ojos se dirigen hacia arriba y a la izquierda es que está recordando.
  • Una mirada hacia la derecha significa que la persona está creando sonidos y hacía la izquierda que recuerda.
  • Una mirada hacia abajo y a la izquierda denota conversación interior. Y por último dirigir la mirada hacia abajo y a la derecha es que estamos entrando en contacto con nuestros sentimientos.
  • Evidentemente estos movimientos son muy rápidos y seguidos y hay que estar entrenado para captarlos. Además, hay personas que tienen esta programación a la inversa, como a menudo pasa con los zurdos.

 

Entrenando detectar claves de acceso ocular.

Aprovechando que te he hablado de las claves oculares vamos a jugar a detectarlas. Para el ejercicio de hoy necesitarás un colaborador. Vamos a intentar detectar su patrón. Si puedes pedir ayuda a un niño en ellos los patrones son mucho más fáciles de detectar. Para ello utilizaremos una serie de preguntas. Hemos dicho que mirar hacia arriba tiene que ver con imágenes, hacía los lados con los sonidos y hacía abajo con los sentimientos. Ahora hemos de averiguar si la persona que tenemos enfrente recuerda hacia la izquierda e inventa hacia la derecha o al revés.

Siéntate enfrente de la otra persona, mírale a los ojos y pregúntale:

  • ¿Cómo serían tus vacaciones ideales? En esta pregunta inventa, lo habitual es que mire hacia arriba y hacia la derecha.
  • ¿De qué color es tu coche? Recuerda, arriba izquierda.
  • ¿Cómo sonaría un martillo golpeando un cristal? En este caso auditivo creado, miraría hacia la derecha.
  • ¿Qué te he preguntado en la pregunta anterior? Auditivo recordado, mirada hacia la izquierda.
  • Recuerda interiormente una frase que te motive. Diálogo interior, hacía abajo y a la izquierda.
  • Y por último ¿tienes las manos frías? Hacía abajo y a la derecha.

¿Y bien, tu pareja de ejercicio como tiene los circuitos?

 El consejo de la semana.

Podemos ayudarnos de las claves de acceso ocular para intentar reprogramar nuestro estado de ánimo. Cuando estamos deprimidos o bajos de moral tenemos tendencia a mirar hacia abajo. Te propongo que en esos días salgas a la calle, después de haber desayunado bien, y eleves la mirada. Fíjate en los tejados de las casas, en el sol que te da en la cara o la lluvia depende del día. Las copas de los árboles. Eso sí vigila no tropieces y te rompas una pierna.

Y hasta aquí por hoy. Si quieres más información o tienes alguna pregunta no dudes en contactar conmigo a través del mail gisela@socialneuroselling.com o de la página web www.juanantonionarvaez.com y estaré encantada de ayudarte.

 

 

 

 

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